La relación del ser humano con las abejas y su consumo es muy antigua y está bien documentada. En la actualidad la abejas están en el punto de mira de los investigadores, no sólo por su valor nutricional, sino por su importancia en los ecosistemas y sus comportamientos, que quizá se hayan modificado por el cambio climático y la contaminación ambiental.
Las larvas de las abejas melíferas se comen en toda Tailandia, Mexico y China. Además en este último país en su Medicina Tradicional son utilizadas para combatir la flatulencia, contrarrestar la toxicidad y matar gusanos intestinales.
Índice
Algo más que miel
En Tailandia las abejas de la miel son muy apreciadas como productoras y por ser un alimento en sí,es un producto gourmet, pudiendo ser tan caro como un una botella de whisky de importación. Estos insectos a menudo tienen un sabor ahumado debido al método de recolección. Para capturarlas se enciende un fuego directamente bajo su colmena para ahuyentar a las abejas adultas, y de ahí que las pupas del interior de la colmena vayan ahumándose sutilmente.
La cría de Apis mellifera como alimento humano, visión científica
Las larvas y pupas comestibles de las abejas de la miel tienen un sabor a “nuez”, un alto valor nutritivo y una calidad proteica similar a la de la carne de vacuno, según los investigadores.
Un estudio publicado en el Journal of Apicultural Research, muestra cómo la cría de abejas melíferas -sus larvas y pupas de los zánganos- tienen un gran potencial como fuente de alimento, además de proporcionar recomendaciones y protocolos de investigación que se centran en la producción de cría de obreras y zánganos para el consumo humano.
Con una población humana que alcanzará los 9.000 millones de personas en 2050, y con el concepto de comer insectos ganando mayor atención y aceptación a nivel mundial gracias a una serie de estudios e innovaciones que utilizan ingredientes basados en insectos, este equipo de investigación danés señaló que esperan que el estudio actúe como una introducción de la cría de abejas melíferas ” y que esta producción se sume de manera realista a una industria alimentaria más sostenible”.
“Las abejas de la miel y sus productos son apreciados en todo el mundo”, dijo la autora principal, la profesora Annette Bruun Jensen, de la Universidad de Copenhague. “La cría de abejas melíferas y, en particular, la cría de zánganos, es un subproducto del control sostenible del ácaro Varroa, puede por tanto allanar el camino para la aceptación de los insectos como alimento en el mundo occidental”.
“El alto valor nutritivo de las larvas y pupas de las abejas melíferas, pudiendo compararse con la carne de vacuno por su calidad y cantidad de proteínas, es una de las principales razones para utilizarla como fuente alternativa de alimento”, escribieron.
“La casi omnipresencia de las abejas melliferas en todo el mundo y su larga y documentada relación con el hombre podrían acelerar potencialmente la aceptación de los insectos como alimento”, añadió el equipo danés.
Nutrición y gastronomía
Según Bruun Jensen y su equipo, aproximadamente 2.000 especies de insectos se consumen en al menos 113 países.
“De ninguna manera los insectos son un alimento “nuevo” para la humanidad y su potencial para mejorar los sistemas alimentarios mundiales mediante la diversificación de nuestro suministro de alimentos es considerablemente alto“, sugirieron.
Además, observan que la cría de abejas melíferas es valorada por su rica composición nutricional de proteínas, ácidos grasos, vitaminas y minerales, “así como por su agradable sabor y versatilidad en las preparaciones culinarias”.
Bruun Jensen y sus colegas señalan que las pupas de abejas ya se consumen como un manjar en muchos países, entre ellos México, Tailandia y Australia. Añadieron que tienen una textura crujiente cuando se comen cocidas o secas, y es un ingrediente muy utilizado en sopas o platos con huevo.
De hecho, el equipo observó que la cría de abejas melíferas es un ingrediente versátil que puede ser utilizado entero o mezclado, “y puede ser procesado utilizando calor húmedo o seco, un ácido o técnicas de fermentación”.
Métodos de producción
El equipo observó que en ciertas regiones del mundo, la recolección de la cría de zánganos se ha convertido en parte del mantenimiento regular de las colmenas por parte de los apicultores como estrategia para el control de las poblaciones del ácaro de la varroa (Varroa destructor), ampliamente reconocido como el parásito más dañino que afecta a las abejas melíferas en todo el mundo.
“Esta práctica hace que la cría de zánganos de abejas melíferas sea un subproducto, produciendo una fuente abundante de insectos cultivados con un potencial sin explotar”, dijo el equipo.
Además, sugirieron que el uso de la cría de zánganos como fuente de alimento podría revitalizar la industria apícola al proporcionar nuevas fuentes de ingresos.
Añadieron que la cría presenta una serie de ventajas, entre las que se incluyen la relativa escasez de espacio cultivable y la escasa inversión financiera necesaria para la creación de colmenas. Además, la investigación sobre la biología y reproducción de la abeja melífera también tiene una larga historia en comparación con otros candidatos para la cría de insectos, dijeron.
Los científicos daneses agregaron que el almacenamiento, la vida útil y la seguridad también son consideraciones importantes, añadiendo que debido a su alto contenido de grasa, las larvas y las pupas podrían volverse rancias si no se las retira adecuadamente del contacto con el oxígeno.
“Sin embargo, las investigaciones han demostrado que se pueden congelar y almacenar hasta por 10 meses sin pérdida grave o cambio de sabor”, apuntaron.
Sabor
Dependiendo de la cocción las larvas pueden ser ligeramente aromáticas y dulces, con un sabor a nuez con toques a leche de vaca.Estos matices en ocasiones se pierden en larvas que se comercializan enlatadas.
Hábitat y ubicación
La recolección de abejas para consumo humano está ampliamente extendida en China y Tailandia. Los nidos de abejas se encuentran en pequeños árboles y arbustos o en las alturas en los acantilados.
Peligros y precauciones
Ninguno si se cocinan y preparan correctamente, hay que eliminar el intestino de las abejas adultas antes de cocinarlas.
Cómo se comen las abejas melíferas
Las abejas adultas se comen crudas, incluso directamente desde el panal con la miel. En primer lugar la cabeza debe ser es aplastada y arrancada junto con las alas, en segundo lugar se le quita el aguijón con lo que sale el intestino, y el resto ,la parte inferior, es lo que se come, lo que viene siendo el abdomen. Las pupas son las que han tenido mas desarrollo culinario pudiéndose cocinar ,por ejemplo, en leche de coco con cebolla, pimientos y limón.